Carabina
de potencia muy grande, pesada, dura de carga, voluminosa, pero a la
vez de una precisión inimaginable en las armas de resorte-pistón
nacionales (y muchas no nacionales), su gran peso y creo que el
diseño de la culata, propician que la inmensa sacudida de su
mecanismo apenas perjudique la precisión. Si se tiene fuerza para
mantener el encare el tiempo necesario para asegurar la puntería se
obtienen muy apreciables resultados.
Su
disparador, siendo bueno, no es superior. Tiene un primer tiempo
largo para mi gusto que no es regulable, el segundo si que se puede
acomodar mediante un tornillo. Pero con un poco de práctica, el
disparo te sorprende y las dianas se encadenan.
Han
pasado varios ejemplares por mis manos y reconociendo que está muy
bien diseñado, hay que constatar que tiene una pequeña dificultad
para quitar el pistón sin despiezar todo el sistema de disparo.
Desmontar este, no es recomendable si no hay razones de peso, pues al
no ser un kit separable y estar soldado al cuerpo del arma, dificulta
mucho ver e incluso imaginar la colocación y la función de las
piezas que lo componen. De ser imprescindible, hay que poner mucha
atención, es complejo. A tal punto es difícil, que me llegó uno
para “curar”, que había recibido un importante maltrato por
parte de un “tuneador” de campanillas de la geografía nacional
y este último (Beeman Kodiak de procedencia ultramarina) me llegó a
piezas dentro de una bolsa porqué un reconocido armero sudamericano
(me consta que muy bueno en armas de fuego) no fue capaz de armarlo
de nuevo tras el encargo de revisión que el propietario le hizo.
Para
dar algunas pistas a quien tenga necesidad de cambiar muelle o sello
o repasar y engrasar sus interioridades, procedo a continuación a
despiezar este ejemplar que va equipado con el sistema Gas-ram de
Theoben. Sustituyendo este ingenio por el muelle y su guía, puede
servir de orientación para despiezar cualquier arma de este tipo.
Separar
el hierro de la culata no tiene secreto. Quitar los dos tornillos
delanteros laterales y los dos que fijan el guardamonte es preceptivo
para este primer paso.
Para
trabajar mejor procedemos a separar el cañón del cuerpo de
potencia. Es tan fácil como quitar el tornillo pasador (previamente
el tornillito seguro) y tirar procurando no extraviar las dos
arandelas de plato que en los laterales colaboran en el buen ajuste
cañón-cuerpo.
Para
abrir la cámara de potencia es casi obligatorio disponer de un
compresor de muelles de tamaño adecuado (la envergadura de este
rifle es superior a la mayoría de los “corrientes”) y si en un
Cometa o Gamo normal puede uno hacer la machada de desmontar,
seguro, y con esfuerzo volver a montar “a mano”, con este
resulta imposible para un mortal de no ser muy dotado físicamente.
Como
el obturador-contenedor del seguro es una pieza de forma redondeada
en su parte visible posterior, me fabriqué un suplemento de madera
para acoplar al compresor de muelles, y así evitar posibles deslices
cuando se comprime el resorte. Para instalar el Gas-ram, es casi
imprescindible porque cuesta muchísimo comprimir los pocos
milímetros necesarios para el correcto alojamiento. Si se trata de
muelle, la resistencia es progresiva, pero el recorrido a comprimir
es de centímetros y el compresor es también necesario.
Una vez instalado todo correctamente, basta con tensar un poco el sistema a base de enroscar la tuerca del compresor de tal modo que permita quitar el pasador sin dificultad. En caso de tensar en demasía, lograríamos el efecto contrario, pues comprimiríamos el pasador contra la parte opuesta de los agujeros del cuerpo del arma e impediría su extracción.
Quitado
el pasador, con desenroscar el compresor queda en nuestras manos el
obturador posterior.
Puesto
que este contiene el sistema de seguro que consta de la corredera, un
muelle y una bolita de algún tipo de polímero, es preciso vigilar
mucho para no perder nada o prevenir mediante una goma elástica el
desparrame de piezas por el suelo.
Una
vez quitado el obturador posterior podemos sacar el muelle (en mi
caso el Gasram), pero al intentarlo con el pistón nos encontramos
con una pieza interpuesta que nos lo impide. Es la palanca que al ser
empujada por el pistón en su camino hacia atrás en la acción de
amartillado, levanta todo el sistema para que trabe el citado émbolo.
En la foto es señalado con la flecha.
Para
lograr que salga el pistón podemos despiezar todo el sistema de
disparo, cosa complicada que requiere mucha atención para recolocar
todo en su sitio o bien quitar sólo la pieza que nos estorba.
Lógicamente si no hay necesidad, no nos complicamos la vida y
procedemos a quitar el pasador señalado (previamente el
muelle-seguro en forma de media luna, claro):
Y
con unas pinzas o herramienta adecuada sacamos la pieza mencionada.
Es conveniente fijarse en como va colocada que algún arma me ha
llegado con la piececita invertida. En la foto se ve tal como va
orientada:
Cabe
la posibilidad de que queramos desmontar todo le sistema de disparo
por alguna cuestión que se me escapa.
Entonces,
adelante, pero a modo de orientación me permito adjuntar foto del
sistema “re-montado por el exterior del casette” para que se
aprecie el orden y modo de colocación de las diferentes piezas que
alberga.
Aquí
se ve la posición de la pieza elevadora (la que toca el
destornillador) que nos dificulta la extracción del pistón si no la
removemos.
Otra
pequeña dificultad en el rearmado del sistema la propicia la
colocación del muelle que mantiene el gatillo en posición (en esta
foto no está puesto), que va colocado alrededor del pasador de éste.
Que no es fácil de colocar me lo demuestra el hecho que todas las
armas que me han llegado manipuladas tenían este muelle deformado en
mayor o menos medida.
Como
es muy difícil mantener el resorte en su sitio, presionar el gatillo
hasta que coincidan los agujeros e introducir el pasador con solo dos
manos (mira que he echado en falta tener alguna más en muchísimas
ocasiones, pero si tenemos solo dos, por algo será... la evolución
se ve que no ha notado la carencia), me he ideado un sistema que
ayuda.
Es
algo tan simple como proveernos de un falso pasador igual de largo
que el ancho del gatillo en la parte de los agujeros e introducirlo
con el muelle puesto tal como ha de trabajar. En este caso he usado
un trozo de varilla de latón (amarillo).
Así
armado, se coloca el conjunto (gatillo-muelle-falso pasador) en la
posición correcta y se introduce el pasador original de tal modo que
al ir entrando, empuje y vaya expulsando el de latón. Si hay suerte
y el recorrido es continuo, el muelle pasará de ser soportado por un
pasador a serlo por el otro sin problemas, además de quedar asentado
todo perfectamente en los agujeros pertinentes.
Con
un mínimo de habilidad, resulta más fácil hacerlo que explicarlo.
Nada,
que si hay necesidad de meter mano al sistema de disparo de un
Patriot, valor y al toro. Con estas sencillas indicaciones debería
ser suficiente para no “tener un accidente”. Suerte.